Teolo está situado en uno de los paisajes más románticos, dentro del Parco dei Colli Euganei, y está dominado por el espolón rocoso del Monte Pendice. Cuenta con un patrimonio histórico, artístico y naturalista de gran valor, que refleja su historia milenaria y la riqueza de sus tradiciones a través de monumentos, villas históricas, espacios naturales, castillos y ruinas, museos y lugares de culto. Teolo está compuesto además, por las fracciones: Bresseo, Castelnuovo, Feriole, Praglia, San Biagio, Tramonte Treponti (donde se encuentra la sede municipal), Villa.

El edificio religioso más importante que ver en Teolo es la Abbazia di Santa Maria di Praglia, situada a los pies del Monte Lonzina, es cuna de la espiritualidad y de la cultura del territorio Euganeo y una meta imperdible para todos los amantes del arte. En ella podrás conocer la historias y las tradiciones centenarias de los monjes benedictinos en las Colli Euganei de la mano de los mismos que realizarán una visita guiada dentro de sus horarios preestablecidos y con una ofrenda al final de la visita. Fue fundado en el S. XI por iniciativa de Uberto Maltraverso, conde de Montebello, y mencionada por primera ver en el año 1117. En el S. XIII fue construido el campanario, de estilo románico. Tras un periodo de decadencia, en 1448, con la anexión a la Repubblica di Venezia, comenzó un renacimiento gracias al vínculo con la poderosa abadía paduana de Santa Giustina, liderada por reformadores religiosos. Fue víctima de la supresión de las corporaciones religiosas, la primera vez en 1810 por Napoleón y en 1867, mediante una ley promulgada por el Véneto hasta que en 1904 la vida en la abadía benedictina de Praglia se reanudó plenamente. El monasterio está dividido en cuatro claustros: doble o de clausura (rodeado por las celdas de los monjes), botánico (está caracterizado por 9 columnas en los lados largos y 6 en los cortos que se alternan en colores como el mármol rojo de Verona y la piedra blanca de Istria; en su día fue usado para el cultivo de plantas medicinales y hoy en día convertido en un precioso jardín), colgante (también llamado «del Paraíso», está situado en la primera planta y está caracterizado por columnas y capiteles finamente trabajados y data de la segunda mitad del S. XV) y rústico (domina la hospedería y el centro de congresos y actividades culturales y fue construido posteriormente). Su interior está adornado con muebles de madera que datan del S. XVIII, en nogal y brezo. Otra zona importante es el Refectorio Monumental, en cuyo interior se pueden contemplar una magnífica decoración de madera donde destaca una gran «Crocifissione» pintada por Bartolomeo Montagna de finales del S. XV y un púlpito de mármol utilizado para la lectura de las Sagradas Escrituras durante las comidas y en las paredes laterales hay un ciclo de pinturas de Giovanni Battista Zelotti que representan escenas tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo. No te pierdas la Biblioteca, declarada Monumentale Nazionale desde 1866 y que contiene aproximadamente unos 100.000 volúmenes. Destaca su artesonado monumental con 17 pinturas del S. XVII insertadas en los compartimentos del madera del techo y que fueron realizadas por G.B. Zelotti. El laboratorio de restauración de libros y códices antiguos, que fue creado en 1951, es otra joya de la corona de la abadía. También son importantes la Sala Capitular construida entre los Ss. XV y XVI y la Loggetta del Belvedere. La chiesa está dedicada a la Vergine Maria Assunta y fue construida entre 1490 y 1550 según un proyecto de Tullio Lombardo con planta de cruz latina, tres naves, 10 capillas laterales que albergan retablos pintados por Zelotti, Dario y Alessanddro Varotari, Antonio Badile, Domenico Campagnola y Luca Longhi. Se consagró en 1545 y en 1954 fue elevada al rango de basílica. Se mantuvo el campanario preexistente. Su fachada es sencilla pero elegante pero precedida por una escalera y su portada, de 1548, es obra de Andrea Moroni y en su interior podrás admirar las obras de pintores venecianos de los Ss. XVI y XVII donde destaca en la pila absidial, la «Ascensione di Cristo» realizada por Domenico Campagnola. En el arco inferior hay siete paneles que representan patriarcas y profetas, con Padre Eterno en el centro. El coro de madera, que data de mediados del S. XVI, fue realizado por Giovanni Fiorentino y la Assunzione que lo domina, ha sido atribuida al taller de Paolo Veronese. Entre los huéspedes más ilustres que ha tenido el monasterio destaca el escritor vicentino Antonio Fogazzaro que ambientó en Praglia una escena de su novela «Piccolo Mondo Moderno» (1901).

El resto de los edificios religiosos que ver en Teolo son: la pieve di Santa Giustina, el oratorio di Sant’Antonio Abate, los restos del Monasterio degli Olivetani, la chiesa parrocchiale di San Biagio, la chiesa di San Benedetto, la chiesa di San Biagio a Castelnuovo di Teolo, la chiesa di San Giorgio de Tramonte, el eremo di Monte Rua y el Monastero del Monte della Madonna.

La pieve di Santa Giustina está situada en uno de los puntos más altos del pueblo, en las laderas del Monte Madonna. Fue construida con estilo románico sobre una anterior, restaurada en 1310 y el campanario se inició en el S. XV, aislado de la iglesia. Entre 1851 y 1853 el edificio sagrado fue ampliado con la apertura de capillas laterales y la adición de un baptisterio. Junto a la iglesia, en 1837 se encontró un mojón de piedra de época romana (S. II a.C.) que marcaba el límite entre las ciudades de Ateste (Este) y Patavium (Padova), hoy conservado en los Museos Civicos de los Eremitani de Padova. En el interior de la iglesia encontramos valiosas obras de arte como dos retablos del S. XVII atribuidos a Francesco Apollodoro y Pietro Liberi, y dos esculturas que representan a dos santos, obras de Tommaso Bonazza y Francesco Rizzi. Las paredes interiores están pintadas al fresco en estilo Art Nouveau por el pintor paduano Giacomo Manzoni. Es la sede parroquial de Teolo.

El oratorio di Sant’Antonio Abate está situado junto a una cueva natural en cuyo interior se encuentra unan de las fuentes de agua más altas de las Colli Euganei, a unos 20 min de paseo desde Passo Fiorine, en el Monte della Madonna, y es uno de los lugares más sugestivo de toda la zona. Este edificio es fruto de un complejo mayor del S. XIII que incluía una iglesia más grande de la que se conserva el campanario y parte del ábside (ya que quedó deshabitado en 1405), además de los escudos esculpidos en piedra en el tímpano de la portada. Según la tradición, entre los Ss. VIII y IX vivió aquí Santa Felicidad, quien renunció a las comodidades y riquezas para llevar una vida eremítica en este lugar. Sus restos fueron enterrados en la Basilica de Santa Giustina en Padova y se difundió hacia él una arraigada devoción popular fomentando presencias monásticas incluso cerca de la gruta del Monte della Madonna.

Las ruinas del Monastero degli Olivetani se encuentran en la cima del Monte Venda, un lugar de difícil acceso pero con una gran belleza paisajística. Del imponente complejo del monasterio de San Giovanni Battista del Venda aún son visibles partes de la iglesia, el campanario y la cripta, salvadas de la ruina gracias a recientes obras de restauración. Sus orígenes se remontan a 1197 y se trataba de un primer asentamiento eremítico fundado por el monje Adamo di Torreglia. A su muerte siguieron otras experiencias de vida ascética por parte de los monjes de Santa Giustina de Padova. A principios del S. XIII había dos iglesias: la más antigua dedicada a San Michele (desaparecida a mitad de siglo) y la fundación por dos monjes benedictinos dedicada a San Giovanni Battista. Después de mediados del S. XIV, el monasterio pasó por un período de crisis y en 1380 el obispo de Padova decidió fusionar la comunidad de Venda con los monjes olivietanos, una conocida congregación aristocrática. La unión dio un nuevo impulso espiritual y económico al monasterio de la Venda, que amplió sus estructuras y adquirió grandes extensiones de terreno. En 1771, la República de Venecia decretó su supresión e hizo trasladar a los monjes, subastando todas las posesiones que pasaron a propiedad de la familia Erizzo. En el otoño de 1818, las ruinas del monasterio de Venda fueron la inspiración del poeta romántico Percy B. Shelley quien escribió versos dedicados al paisajes euganeos en las Colli Euganei se comparan con «islas floridas» que dan consuelo «en el mar de vasta angustia» del alma humana.

La chiesa parrocchiale di San Biagio fue construida en el S. — aunque algunos documentos ya atestiguan de su presencia en 1172 y fue reconstruida en el S. XV. La pequeña iglesia nunca fue parroquia, sino que servía como rama o filial de la iglesia de Tramonte, ya que estaba situada en el mismo territorio y estaba gestionada por el mismo párroco que, tras la erección de la cofradía de San Biagio, tenía el honor de celebrar la misa el primer domingo de cada mes y el lunes siguiente. Consta de una única sala con un solo altar, un pronaos con tres arcos, un campanario con dos campanas y la sacristía. Hacia 1615 se erigió un segundo altar dedicado a San Carlo Borromeo, recién canonizado. La iglesia continuó funcionando hasta 1889, luego fue cerrada tanto por inseguridad como por el traslado temporal de la parroquia de la iglesia de San Giorgio de Tramonte a la de Praglia que preveía suficientemente las necesidades pastorales de los fieles. La iglesia de San Biagio se unió a la parroquia de Praglia por dos motivos: estaba situada en el área territorial de la nueva parroquia monástica y también era de su propiedad. En 1928 la iglesia fue restaurada y reabierta al culto.

La chiesa di San Benedetto se encuentra en la fracción de Selve. Se trata de una pequeña iglesia rural construida en 1304 por el entonces abad de Praglia para beneficio de los agricultores que poblaban aquellas tierras en vías de recuperación. Durante siglos fue oficiada ocasionalmente por el párroco de Tramonte o por los monjes, y la iglesia fue visitante varias veces por el obispo de Padova y el abad de Praglia. En 1646 se restauró la pequeña iglesia con la construcción del actual presbiterio, la pequeña sacristía y el campanario; mientras que originalmente la iglesia comprendía una única sala rectangular con ábside semicircular. En 1714 se erigió un altar de piedra de Costozza con paneles de mármol policromado por un monje de Praglia. Se desmanteló en 1806 por decreto napoleónico y fue pasando por diversas manos hasta que fue devuelta a los benedictinos en 1939. En 1978 la iglesia fue cerrada debido a la precaria cubierta y posteriormente reconstruida completamente cuando se rehicieron las ventanas y las puertas, el piso de mármol y se le dio una nueva distribución al altar del S. XVIII.

La chiesa di San Biagio está situada en la fracción de Castelnuovo, al pie del Monte Venda, el más alto de los Colli Euganei. En la antigüedad, la iglesia estaba situada en el Sasso di San Biagio, un espolón rocoso donde la familia Maltraversi había construido un castillo para el centro militar de la zona. Su existencia está atestiguada por primera vez en un documento de 1016. En el S. XIII el castillo pasó a la familia Da Castelnuovo y la iglesia todavía pertenece a la parroquia de Boccon junto con la iglesia de San Nazario di Cortelà. Tras la desaparición del castillo en el S. XIV, la iglesia se volvió inaccesible por su posición y se construyó una nueva a finales del S. XVI en la posición actual. A la iglesia se accede a través de una empinada escalera y consta de un cuerpo alargado dividido en tres naves. En su interior se conserva un lienzo que representa el «Martirio di San Biagio», patrón de la iglesia, obra de un pintor veneciano del S. XVI. El portal lateral en traquita es una reproducción fiel del encontrado en el antiguo monasterio olivetano de la Venda. El campanario fue construido a principios del S. XX y presenta una celda enriquecida por la presencia de ventanas geminadas y está rematado por una característica almena que hace que la iglesia sea reconocible incluso desde la distancia.

La chiesa di San Giorgio está situada en la fracción de Tramonte, entre los montes Boscalbò, Lonzina y Sengiari. Originalmente la iglesia consistía en una pequeña capilla bajo la jurisdicción de la iglesia parroquial de Luvigliano, pero en 1124 el obispo Sinibaldo la concedió al monasterio de Praglia y el edificio sufrió obras de ampliación y fue embellecido con valiosas obras de arte. En 1873 se realizaron importantes obras de restauración: la nave se elevó tres metros y medio y se techó, los dos altares de madera se rehicieron en mármol y unos años más tarde se construyó también el campanario con su forma almenada actual. Su origen lo atestiguan unas piedras grabadas que salieron a la luz tras unas obras de restauración realizadas en 1934, además de frescos medievales en las paredes interiores que podrían datarse en torno al año 1000. En el arco central encontramos unos tondos que representan a los Doce Apóstoles datados de los últimos años del S. XV, obra de un artista dela escuela de Jacopo da Montagnana. En el presbiterio se descubrió otra obra de gran valor: la Crocifissione de madera, atribuida a la escuela padovana de Squarcione. Hay raras obras de terracota de la segunda mitad del S. XV, atribuibles al taller del lombardo De Fondulis, que representan a San Roque y San Sebastián.

El Monasterio del Monte della Madonna, la Beata Vergine Assunta está situado en la cima del Monte della Madonna y fue construido sobre una antigua ermita de la que ya se tenía constancia desde los primeros siglos después del año 1000. Durante las supresiones napoleónicas, la abadía de Praglia fue cerrada, pero la experiencia eremítica en el Monte della Madonna no terminó. La iglesia conserva parte de los antiguos muros de la capilla del S. XVI, sacados a la luz gracias a una reciente restauración. En el interior se conserva una estatua de la Madonna col Bambino del S. XIV, en piedra policromada, atribuida a Andriolo de’ Santi, un retablo con San Rocco de Giovanni Battista Bissoni (alumno de Varotari) y un crucifijo de madera de un artista desconocido.

Las villas y palacios que ver en Teolo son: el palazzetto dei Vicari, la villa Lugli Cavalli Malandrin, la villa Rosa, la villa la Bembiana y la Villa Calegaro.

El palazzetto dei Vicari es el monumento más conocido de Teolo. Es un pequeño pero elegante edificio construido en el S. XVI que da testimonio de la importancia del pueblo a finales de la Edad Media y durante todo el período de dominación veneciana durante los Ss. XV al XVIII. En el centro del edificio bajo, hay una torre con cubierta abovedada y campanario, al que se accede a través de una empinada escalera que parte de la calle de enfrente. El reloj de la fachada fue construido por voluntad del vicario paduano Alessandro Capodivacca en 1543, como recuerda una placa con una inscripción de la época situada encima de la entrada. Alberga el Museo d’Arte Contemporaneo «Dino Formaggio» que fue inaugurado y abierto al público en 1993 y que está dedicado al gran estudioso, crítico y filósofo del arte, Dino Formaggio que cuenta con más de 200 obras, entre pintura y escultura, de 867 artistas de todas las tendencias y escuelas desde el S. XIX hasta la actualidad.

La villa Lugli Cavalli-Malandrin, que fue construida a principios del S. XVII a petición de la familia Cavalli, se encuentra en Bresseo, una de las fracciones de Teolo. Esta villa, creada como casa dominical para alojarse durante los períodos de cosecha agrícola, contribuyó a la construcción del centro urbano. En el S. XVIII pasó a manos de la familia Malandrin, después a los banqueros Forti y más tarde a la familia Lugli, ya a principios del S. XIX. La villa está compuesta por un cuerpo residencial flanqueado por dos largas barchesse porticadas, en los extremos se insertan dos edificios perpendiculares que dan al complejo una forma de herradura. En el lado oeste encontramos la hospedería, adyacente a un oratorio que data de 1740 construido por voluntad de Jacopo Cavalli y dedicado a la Maternidad de la Virgen María. El edificio principal presenta arcos decorados con grandes máscaras ceñudas de tosca factura del S. XVII, que contrastan con las sonrientes realizadas en el siglo siguiente y que representan las dos caras de la vida. El edificio se distribuye en dos plantas con la tradicional disposición tripartita. El salón central está marcado exteriormente por un gran ventanal de cinco luces en la planta principal que se abre a una terraza de piedra. La parte superior de la fachada culmina con una balaustrada ciega adornada con estatuas. Las barchesse tienen grandes arcos de medio punto que descansan sobre pilares y se cierran con mascarones de dovelas. Frente a la Villa hay un gran parque mantenido como césped y hoy delimitado al sur por la carretera. Originalmente comprendía los dos edificios simétricos que se sitúan en el lado opuesto una vez cruzado el actual eje viario; los dos edificios del S. XVII sirvieron respectivamente como residencia del mayordomo y como casas de huéspedes para los invitados de la familia. La villa fue restaurada en 1987 y ha sido escenario de algunas escenas de las películas: «Un lugar tranquilo en el campo» de 1968, dirigida por Elio Petri con Franco Nero y Vanessa Redgrave; «Tu vicio es una habitación cerrada y solo yo tengo la llave» de 1972, dirigida por Sergio Martino con Edvige Fenech.

La villa Rosa es una de las residencias señoriales más refinadas y elegantes de la zona. Está situada en la fracción de Tramonte. Fue construida en el S. XVI pero reconstruida en el S. XVIII. Perteneció primero a la familia Camposampiero y en el S. XVII pasó a la familia Rosa. La fachada se caracteriza en la parte central por aberturas triples que varían en forma y tamaño en las tres plantas de la villa, creando un ritmo arquitectónico armonioso. El portal de entrada a la planta baja está incluido en la almohadillación y situado entre dos pequeñas ventanas ovaladas. En la planta principal hay un balcón que da a tres portales arqueados decorados con mascarones en la clave, en el segundo piso hay ventanas cuadradas bajo el tímpano decoradas con el escudo familiar y rematadas por estatuas. El interior de la villa cuenta con numerosas salas con frescos que datan de principios del S. XVIII: en la sala central se representan con rasgos alegóricos los Quattro Elementi (el Carro di Giunone, il Trionfo di Cerere, Venere Giove y Vulcano), en los techos de otras salas hay temas religiosos, como San Francesco recibiendo los estigmas, la Colomba dello Spirito y la Colomba con una corona di rose. También en el oratorio familiar hay delicadas pinturas con temas sagrados mezclados con decoraciones fitomorfas: cabezas de querubines y bustos de santos se alternan con el escudo familiar (una rosa roja sobre fondo dorado) repetido varias veces y coloreado con tonos brillantes. La villa está inmersa en un parque bien cuidado, adornado con valiosas estatuas y rodeado por algunas de las puertas de hierro forjado más hermosas de todas las villas venecianas, con elaborados bordados y refinados pergaminos hasta los remates.

La villa Bembo Scalfo Monzino, conocida también como La Bembiana, está situada en la fracción de Monterosso. Fue construida en el S. XVI gracias a la familia Bembo, de origen padovano. En 1799 la propiedad pasó a la familia Acerboni y luego a la familia Potti. En la segunda mitad del S. XIX los propietarios fueron los condes Gioppi de Türkheim, quienes, tras diversas reformas, hicieron que la villa perdiera su aspecto antiguo. Durante el S. XX se sucedieron los Scalfo, que embellecieron el jardín con numerosas estatuas en 1918, y los De Bastiani plantaron el hermoso viñedo en la colina. En 1918, la villa sirvió como sede de la Oficina de Prensa del Mando Supremo. Hoy Villa Bembiana pertenece a la familia lombarda Monzino quienes han realizado modificaciones y modernizaciones en la propiedad. El parque adyacente a la Villa se utiliza como lugar de verano para eventos y espectáculos.

La villa Calegaro está situada en la fracción de Bresseo. Fue construida en el S. XVIII gracias a los condes Comello. Ha pasado por manos de la familia Cavalli, la familia Treves y, finalmente pasó a ser propiedad de la familia Calegaro. Su exterior se ha mantenido intacto, aunque no así su interior, que ha sufrido diversas reformas, sobre todo en el S. XIX y también otras en el año 2016 para sacar a la luz el elegante y refinado salón principal y las alas laterales. La planta baja se caracteriza por una secuencia de arcos sobre pilares que simulan una logia, mientras que el primer y segundo piso presentan una serie de ventanas arquitrabadas rectangulares con una ventana serliana y una arquivolta en el centro y espejos rectangulares colocados encima del arquitrabe de las ventanas laterales. La ventana francesa central da a una pequeña terraza de piedra con columnas, que descansan sobre pesado soportes. En el segundo piso, en correspondencia con la serliana, se encuentra el ventanal arquivoltado de tres luces con balcón con columnillas y ménsulas en correspondencia con la hilada. También se encuentran balcones con columnas sobre ménsulas en las alas laterales, donde se alternan dos ventanas rectangulares con arquitrabes con ventanales con balcones. El cuerpo central destaca por estar elevado un piso entero respecto a las alas laterales; está iluminado en el centro por una ventana arquivolta de tres luces que se abre a un balcón, flanqueado por tres ventanas arquitrabadas dispuestas muy juntas a los lados. Por encima de la cornisa del alero, el tabique central está decorado por un tímpano triangular rematado en los vértices por tres jarrones de piedra, elemento que da completitud a la fachada e impulso a la vista, así reconocible incluso desde grandes distancias. La torre del reloj, situada sobre el tejado, caracteriza la villa y permite una vista panorámica del espléndido jardín adornado con estatuas. Hoy en día la empresa, ya en su tercera generación, continúa produciendo productos artesanales: platería de lujo compuesta por objetos, cubiertos y joyas de diseño que han contribuido a la difusión y evolución del estilo italiano en todo el mundo. En 2021 Calegaro celebró un siglo de historia con dos nuevos proyectos: el lanzamiento de la nueva Colección Centenario con anillos realizados en los tres colores del oro; y la apertura al público del museo de la empresa «1921 Spazio Calegaro 2021».

Las ruinas del castello di Speronella en Rocca Pendice son de origen incierto. A mediados del S. XII, el obispo de Padova cedió la estructura al emperador Federico Barbarroja, quien, sin embargo, la devolvió al obispo de Padova unos años más tarde. Según la leyenda,, aquí estuvo prisionera Speronella Dalesmanini y era considerada un símbolo de la libertad municipal. Más tarde pasó a los Carraresi, que lo utilizaron como prisión, y a los venecianos. Habiendo perdido su función militar, fue adaptado por la familia Orologio como lugar de vacaciones.

Curiosidades: hay sitios arqueológicos importantes con hallazgos históricos en Rocca Pendice, la Rocca di Speronella y los característicos grabados en traquita de los carros de Carraresi. Los alrededores también cuentan con una zona termal para la prevención de un amplio espectro de patologías broncopulmonares, otorrinolaringológicas y osteoarticulares, utilizan tratamientos con fangos y agua hipertermal sal-bromo-yodada que fluye a unos 80ºC. 

Recomendaciones de eventos: el 17 de enero, día de la celebración de Sant’Antonio Abad, la parroquia de Teolo organiza una fiesta llamada «Sant’Antonio del porseeto» en recuerdo de la tradicional bendición de los animales domésticos y la costumbre que tenían los monjes de la orden de San Antonio en la Edad Media de guardar un lechón para dar a los pobres y enfermos. La Sagra del Gnocco se celebra en abril y se dedica a hacer gnochis artesanales. La Sagra dei Maroni se celebra el tercer domingo de octubre.

Recomendaciones para comer: podrás elegir entre Da Ezio Ristorante in Collina, Sengiari Agriturismo, Trattoria le Banchine, Trattoria al Capitello, Agriturismo Valle delle Gombe o La Piazzetta.

Platos Recomendados: destacan como primeros los gnocchi, la «Polenta in piassaa coi fasoi in Brentona» que es una polenta cocinada al momento y servida con judías guisadas, pasta y alubias. Y de postre pide «Sugoi», una especie de pudín elaborado con harina y zumo de uva. No te olvides de probar el «Schissotto», un par rústico que deleita el paladar con su sabor único. Y para beber nada como un Fior d’Arancio DOCG.

Recomendaciones para dormir: podrás alojarte en Il Castagneto, Agriturismo ai Gradoni, Ai Colli o Residenza Tito Livio Teolo.

Recomendaciones para hacer con niños: un lugar perfecto para todos es el Parco Avventura «Le Fiorine»

Recomendaciones para hacer senderismo: tendrás para hacer senderismo: Sentiero Monte Venda, Sentiero del Monte Grande N 14, Cammino Laudato S1, Sentiero Colli Euganei Centrali N 2, Sentiero di Rocca Pendice N 21, Alta Via N 1, Anello del Giubileo N 26. Con bicicleta de montaña podrás dedicarte a: Anello Ciclabile dei Colli Euganei (E2). Además tienes un rocódromo en Rocca Pendice y otros acantilados más pequeños en los alrededores como el Sasso delle Eriche. Acércate a ver el Salto della Volpe o a la cascata di Schivanoia en la Rocca Pendice. Incluso a la Fonte Canola, un pequeño manantial de agua dulce que fluye cerca del pueblo de Teolo, a lo largo de la ladera occidental del Monte Madonna.

Recomendaciones para visitar en los alrededores: podrás visitar pueblos como Abano Terme, Montegrotto o Stra así como ciudades preciosas entre las que están Padova, Venezia o Vicenza.